Foto: David Larrosa, 10 años

miércoles, 29 de junio de 2011

Dedicatoria

Hoy me he llevado una buena sorpresa cuando he descubierto que Alberto Corujo, "Odys", me ha dedicado uno de sus inimitables relatos. Desde aquí quiero darle las gracias, expresarle mi admiración (que ya conoce) e invitaros a leerlo:

martes, 21 de junio de 2011

Invitación

Hoy tengo el gusto y el honor de asistir como invitada a la sección "Pasen y vean" de Previsiones meteorológicas de un cangrejo, el blog del escritor Agustín Martínez Valderrama:

¡Allí os espero! Gracias a todos y muy especialmente a ti, Agus.



martes, 14 de junio de 2011

TANGO

   


   







    Uno se cree que no le importa a nadie, y entonces llega alguien que mataría por ser como Uno. Uno se crece un poquito, se anima. Uno empieza a tomarle cariño a quien mataría por ser como él. Le confía sus entusiasmos más íntimos y se explaya en una exaltación incauta. Eso revienta al Otro. Otro se mosquea, se indigna. Otro se siente agredido. Sólo le superan en sueños, pero él no los tiene. Finalmente atenta, pública y notoriamente.
    Ahora Uno ya sabe que sí le importa a alguien, pero casi prefería los tiempos en que no.


    Dedicado a mi amiga Carla Rubio, que me regaló la primera frase. Y con todo mi cariño porque acaba de cumplir por segunda vez su sueño de ser madre.

martes, 7 de junio de 2011

PELEA EN EL MESÓN

    Detuvo su vigorosa escritura, cansado de la pelea tabernaria que perturbaba su ánimo. No es un hombre más que otro si no hace más que otro, exclamó. Le replicaron con un Qué sabrás tú, manco, si no sirves para nada. Unos dicen que inmediatamente arremetió contra el injuriador, al que tumbó de un buen derechazo en la mandíbula, y que este cayó al suelo con los dientes bañados en sangre. Otros cuentan que paralizó la escena con una plática sobre entretenimiento y utilidad, lección y elección en la vida y la literatura. Por último, hay quien asegura que se conformó y siguió escribiendo sobre la oscura realidad de su época. Lo curioso es que los analistas del futuro atribuirán la frase al cajista de imprenta.